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Las empresas que no se preparen para una economía baja en emisiones afrontarán pérdidas

Informe para el Consejo de Estabilidad Financiera

Las empresas que no se preparen para una economía baja en emisiones afrontarán pérdidas
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Informe para el Consejo de Estabilidad Financiera

La acción climática global puesta en marcha con el Acuerdo de París va a abocar en una economía baja en emisiones de carbono, y las empresas que no planifiquen esta inevitable transición se arriesgan a sufrir pérdidas financieras importantes y a perder parte de su valor. Así lo afirman los economistas del Instituto Grantham de Investigación sobre Cambio Climático y Medio Ambiente en su última publicación.

Nicholas Stern, presidente del Instituto, y Dimitri Zenghelis, corresponsable de Política Climática del mismo; han urgido al Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) a orientar a las empresas sobre cómo evaluar e informar sobre los riesgos climáticos que les atañen.

Lo han hecho a través de un documento de políticas dirigido al equipo de trabajo sobre la transparencia financiera y clima (Task Force on Climate-Related Financial Disclosures). Este equipo de trabajo, presentado el año pasado durante la conferencia de la ONU sobre cambio climático en París (COP21), tiene por misión desarrollar procedimientos para que las empresas divulguen información de manera voluntaria. Este equipo de trabajo fue creado por el Consejo de Estabilidad Financiera, está presidido por el enviado especial de la ONU para el clima, Michael Bloomberg y se espera que a finales de año publique un informe.

Nicholas Stern y Dimitri Zenghelis afirman que las empresas con alta intensidad de emisiones de carbono no están preparadas para los impactos derivados de los compromisos del Acuerdo de París.

Los economistas explican que existe una “brecha entre lo que los políticos firmaron en París y lo que los mercados y las empresas de combustibles fósiles tienen asumido. Esta brecha debería alarmar a los responsables de las políticas y a los bancos centrales, ya que deja en evidencia que o bien existe información dispar entre unos y otros, o bien una falta de credibilidad en las políticas”.

Los dos economistas apuestan por una actuación inmediata. “Los riesgos climáticos y las políticas sobre el clima seguramente tendrán un profundo impacto en las empresas de la economía global en los próximos años. No se pueden obviar, sin que ello implique riesgos, los compromisos expresados por la casi totalidad de los países del mundo en el reciente Acuerdo de París”.

Nicholas Stern y Dimitri Zenghelis pidieron una definición más clara de los riesgos materiales. En su documento de políticas recomiendan que las empresas divulguen la exposición al carbono de sus actividades pasadas y que evalúen los riesgos futuros. El documento sugieren llevar a cabo pruebas de estrés y estrategias de reducción de emisiones.

Así, el documento sostiene: “Todas las empresas obtendrán beneficios si aumentan la resiliencia y planifican su descarbonización mediante un acceso a las nuevas tecnologías y a los mercados y mediante la adecuación a las nuevas políticas. Pero el nivel de ese beneficio dependerá del costo de la acción y de la distribución de los riesgos”.

“Lo importante en lo relativo a los riesgos climáticos es que las empresas tengan una estrategia para llevar a cabo una transición de su modelo de negocio hacia modelos que tengan valor una vez que estén en marcha políticas climáticas serias o cuando los daños por el cambio climático aumenten”.