Córdoba dio un paso clave al presentar su Primer Inventario Provincial de Gases de Efecto Invernadero (GEI), herramienta que permite dimensionar las emisiones por sector, proyectar escenarios a 2050 y definir metas de mitigación al 2030. El diagnóstico muestra que las mayores contribuciones provienen de agricultura y ganadería, transporte y energía estacionaria, con participaciones relevantes de residuos y uso de la tierra y bosques (FOLU); los procesos industriales (IPPU) tienen un peso marginal. Este tipo de inventarios es la línea de base para diseñar políticas efectivas y priorizar inversiones donde más impacto generan.
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A partir de esta base, la provincia exhibe instrumentos concretos: liderazgo nacional en generación distribuida (34% de participación), incorporación de biocombustibles en la flota pública (E17 y B20 con 2.185 vehículos adaptados), la primera estación que expende cortes puros (más de 500 cargas y 11.000 litros vendidos en pocos meses) y experiencias piloto de créditos de carbono que compensan entre 5.000 y 10.000 tCO₂e/año. Además, los pliegos de obra pública ya otorgan puntaje a empresas que midan o compensen su huella, impulsando compras y proyectos más sostenibles.